Para abordar la lectura del poeta Paul Puma me apoyare en
dos criterios que considero pertinentes, planteados por Gomez de la Serna
(crítico literario español), quien afirma que la poesía nunca dejara de ser una
exploración del lenguaje. Y de la ensayista croata Susan Sontang, que en su
ensayo textos radicales nos dice que la poesía es el grito más alto de una
cultura.
A partir de estos dos criterios, me enfoco en la poesía
“xi”, que en su verso inicial exclama: “Oh
Guaman abuelo mío:”. Luego elaborar 3 versos seguidos con una sugerencia poética en asenso, continúa con dos versos más
ascendentes y remata con un verso impar neutro. A continuación escribe 9 versos
a seguidillas que desciende su calidad poética, para rematar en un decimo verso
neutro.
El poema luego se desliza con frases que rayan en el
tremendismo (altisonantes), con logros ascendentes rematados por verso
claramente descendentes. Ascensos logrados en versos:
“oscurísimas criaturas que braman en la
noche:
Flema incendiada de sal y de sangre”
Rematadas
por versos tan descendentes como:
“pictograma mesoamericano de la historia de
la infancia que reinamos”
Estos encuentros serán repetitivos a lo largo del poema,
lo que nos permite afirmar que estamos frente a un escritor, con su aliento
poético interrumpido y de corto recorrido.
En términos del lenguaje Paul Puma, no demuestra
atrevimientos. Los símbolos a los que acude se los encuentra encajonados hasta
predecibles, y muchos de ellos como “pozos comunes”
No se trata de emplear palabras-símbolos, como amauta y aravicos y quipucamayos, que
pueden plantearse insertos en otra geografía de la poesía como hallazgos o como
exploraciones, en frases neutras que no evocan ninguna elaboración metafórica, apareciendo
en el poema como meros enunciados que desnudan la intencionalidad del poeta, de
emplear términos andinos, sin ninguna construcción.
De pronto el poeta nos ensordece con empleando frases de
corte tremendistas (noche enarbolada de
libélulas atroces), que irrumpen la musicalidad y aparecen cual frases
estruendosas. No podemos afirmar que estos tremendismos se constituyan en fugaz, pues por lo general nos topamos
que son continuadas por versos de construcción poética descendente, quedando en
el corpus poético como gritos
aislados.
Desde el ángulo de la cultura, lo que no sugiere Sontang,
cuando compara a la poesía como un grito de una cultura, no nos remite a una
estridencia de palabras sino, como en un verso se sintetiza un sentido de
pertenencia generando identidad.
Puma, a lo largo de su poesía emplea varia palabras que
señalan una cultura, de manera desordenada, no la sistematiza. Por tanto no
evocan ninguna cultura. No se puede considerar atrevimientos el enunciar en un Corpus discursivo al Spondylus, símbolo de la cultura
peninsular, de la mano con un bastón de mando, símbolo de poder, e culturas
andinas, purua, imballas y otros. No son símbolos excluyentes, pero si,
pertenecientes a dos culturas distintas.
Cuando acude a enunciar al Cuzco, como otra referencia
cultural, elude de que en el contexto ecuatoriano, la cultura cuzqueña
históricamente debe ser percibida como conquistadora de tal manera que no podemos caer en la
ambivalencia de considerar la conquista inca de una manera, ya la conquista
española de otra, pues como todo proceso de cultura significan una irrupción
cultural.
que cuando planteo lo de la evocación cultural, tomare
como referencia un tema tratado brevemente en clase: el Haiku
Un mundo
que sufre
bajo un manto de flores
que sufre
bajo un manto de flores
Kobayashi Issa (1763-1828)
En una combinación
de versos quintos y séptimos, que no es una métrica antojadiza, pues en la
cosmovisión japonesa los números 5 y 7 son los perfectos, pues es en séptimos y
quintos como se expresa la armonía de la naturaleza. Se debe percibir la
construcción poética, es decir la metáfora, desde la visión de del pueblo
japonés, la visión que tiene sobre el mundo, la naturaleza y los hombres. Desde
el occidente existe una barrera cultural que nos impide la comprensión a
profundidad de los significados.
Tal es así que a manera de atrevimiento me permito
afirmar que el remate del haiku enunciado en la película el ultimo samurái, a la muerte del
protagonista, es samurái japonés, concluye su haiku con el verso: “todos son perfectos”. Donde sintetiza no
solo la elaboración de su poema sino también el epitafio de su vida.
En el poema de Puma esta ausente esta evocación cultural
con la que me refiero en el ejemplo del haiku, no encuentro en la lectura de
sus versos ni una ambientación cultural ni los elementos significantes que
configuran una cultura, solo la enunciación de palabras aisladas, mudas que
terminan en un vacio.
Con la finalidad de concluir la exigencia de la tarea de
3 páginas continuare con una comparación de la elaboración metafórica de Paul
Puma, con Cesar Vallejo, en dos estofas escogidas al azar. De antemano
considerando la estatura de los poetas anticipo que considero una relación
injusta.
Vallejo nos dice en su poema LXXV en su remate
Y sin embargo,
los muertos no son, so pueden
Ser cadáveres
de una vida que todavía no han
Vivido. Ellos
murieron siempre de vida.
Estáis muertos
Aquí Vallejo nos sitúa frente a la disyuntiva, vida
muerte no se expone frente a una sugerencia de una cosmovisión de
trascendencia: ellos murieron siempre de
vida.
Indiscutiblemente es un verso de un asenso poético, que
no dice que estamos frente a un poeta de estatura.
Así mismo tomo un verso al azar del mismo poema que me he
referido en este trabajo xi, de Paul Puma.
Los primitivos
habitantes del Cuzco:
Mitad del mundo,
Ecuador,
Línea
equinoccial
Luz del cenit
Ego de nuestra
riqueza
….
Tramo de la poesía que continua con una carga de versos
de igual intensidad donde esta ausente la elaboración metafórica y se nos
presenta como un listado de palabras que sugieren una cultura pero que no la
evocan. No encontramos sentido de trascendencia que nos sugiera una cosmovisión
cultural. No alcanzan el nivel simbólico que sugiera un sentido de pertenencia,
y por tanto que nos produzca identidad.

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