El
día jueves 17 de noviembre, apreciamos un filme en la clase de literatura. La película
titulada “Crash”, dirigida y producida por Paul Haggis. Narra varias historias simultáneas
que se entrelazan sobre la dura vida en Norteamérica.
Llena de una cruda demostración aquellos estereotipos que, consciente o inconscientemente,
tenemos presentes en nuestra vida
diaria. Pero este largometraje, apartándonos un poco de su intricada y fascínate
trama, nos permite reflexionar acerca de algunos fenómenos que ocurren comúnmente
relacionados con estos estereotipos.
Creo
que lo que más llamó mi atención dentro de la historia, fue el personaje de Anthony, interpretado por Ludacris. El, un
joven afroamericano, que en un inicio dio la impresión de cualquier joven
universitario estadounidense, en cada momento hacia comentario referentes al estereotipo
que tienen “las blancos” con respecto a “los negros”, suponiendo que so
acusaban de haragán, delincuente, pobre, etc. Pero sin darse cuenta el mismo
resultaba ser el estereotipo en carne y hueso, ´puesto que ciertamente era un
criminal.
Lo
que más me llamo la atención de este personaje,
fue su constante despotrique a los estereotipos. Una de las frases que más
refleja esta situación es la siguiente:
“¿No
tienes ni idea, eh? No tienes ni la más remota idea de la razón por la que son
tan enormes esos ventanales de los autobuses? Pues sólo hay un motivo: Humillar
a la gente de color que se ve reducida a tener que viajar en ellos.”
Sin
razonarlo previamente, el resulto ser el más prejuicioso y quien más estereotipaba
a la gente de color. Lo que me hizo pensar esto es ¿de dónde surgen los
estereotipos? Y ¿porque se generan?
Un
estereotipo es definido como una imagen trillada, formada en base a los rasgos
supuestamente característicos, en general negativos, de una raza o grupo social, por
ejemplo, uno de los estereotipos mundialmente conocidos es el del judío tacaño.
Ahora, algunos afirman que estos estereotipos no son más que la respuesta de la sociedad ante la presencia
de un colectivo negativo, o con hábitos negativos. Otros, al contrario,
sobretodo autores pertenecientes al humanismo, sostienen que la presencia de
estos estereotipos, se da para justificar el sentimiento de amenaza o
incomodidad que generan algunos grupos sociales a otros, para citar el mismo
ejemplo, antes del llamado holocausto NAZI, la persecución de los judíos no comenzó
como algo concerniente a la supremacía racial, sino por una amenaza financiera,
ya que en ese entonces, el pueblo judío se había expandido por toda Europa, y
se habían asentado en la las grandes ciudades y se dedicaron sobre todo al comercio
y la actividad financiera. Algunos llegando a ser tan fuertes, financieramente
hablando, que llegaron incluso a financiar la ascendencia al poder del partido NAZI.
Después de un tiempo en el poder el partido y sus líderes se sintieron
amenazados por estas redes judías, e iniciaron esta persecución la cual todos
sabemos en que derivó y como fue a parar. Ahora, es exactamente igual en la
sociedad actual, los estereotipos que nos hemos formado, tienen su origen tanto
en la primera teoría como en la segunda. Ya que existen distintos tipos de
estereotipos, sería tonto generalizar el origen de estos, entre los más frecuentes
estereotipos a los que no vemos expuestos a diario son los sexuales, raciales y
los de clases.
Lo
primero que debemos comprender es que los estereotipos se dan por una generalización,
por ende siempre será errada. Ya que el peor error que podemos cometer es
generalizar. Al tratarse de los seres humanos intervienen tantas variables que
es casi imposible dar un pronóstico acertado acerca de cómo se comportara un
individuo, vasado en el comportamiento de un colectivo que comparta sus características,
ya sean raciales, sexuales, o de estrato social.
Creo
que uno de los estereotipos más comunes dentro de la sociedad ecuatoriana son
los raciales, lo cual es paradójico partiendo del hecho de que el ecuatoriano
es en su mayor parte mestizo. Este fenómeno podríamos explicarlo de diversas formas.
Podríamos decir que el la negación de una identidad, un tema ya bastante
tratado en clase. El no querer aceptar a lo que realmente somos, a donde pertenecemos,
lo cual puede ser resultado de un estereotipo positivo impuesto desde el
extranjero. Es decir, el caucásico con ropa de marca y acento inglés es lo
bueno, y el latino, africano, asiático, u australiano que respeta su origen y
mantiene su forma de vestir es lo malo.
Otra
de las razones por las que se puede dar este “odio” interracial que se ha
creado en nuestro país debido a los estereotipos, la cual es una elaboración muy
personal y no está sujeta a ninguna prueba y tendría que en algún momento
comprobarla. Es que el Ecuador en realidad es una categoría completamente arbitraria,
es decir el Ecuador cono nación, y los ecuatorianos como pueblo nunca fueron
una unidad real. El reino de Quito no se extendía por todo el territorio que
hoy se conoce como Ecuador, los mantenses huancavilcas solo se extendían por la
costa, y en el oriente existen tantas tribus que es irrelevante nombrarlas. Entonces
mi hipótesis es que al no pertenecer a una unidad real, ya que el Ecuador no es
más que el resultado de una unión arbitraria creada primeramente por los
españoles colonos, después por Bolívar, y finalmente por Flores; nunca existió
una un sentimiento de pertenecía, y como resultado siempre existirá ese
sentimiento de rivalidad o enfrentamiento entre pueblos, ya que existen más
cosas que no diferencian de las que no asemejan.
Volviendo
al tema, y para concluir, puedo decir que los estereotipos, ya sean para
referirse a las características socialmente aceptadas o rechazadas. Siempre serán
un error. Simplemente son las proyecciones imaginarias las cuales creamos para
afrontar incluso nuestros propios defectos. Intentaremos reflejar en los otros
nuestras inseguridades.

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